miércoles, junio 20

Sara (Capítulo 13)

A la mañana siguiente me desperté mas pronto de lo normal para mi gusto pero había pasado una noche horrible, había echo mucho calor y creo que solo conseguí dormir cuatro horas. Me levanté y me hice el desayuno, le dejé a Laura preparado el café y fui a recoger mi habitación, cuando estaba en proceso me llego un mensaje al móvil, era de Mark, “buenos días, espero no despertarte pero quería pasar hoy el día entero con Laura, no te importa? :) Xx” le respondí “buenos días, hoy no me has despertado jajaja, no me importa, puedes pasar con ella todo el día, me parece súper bonito, xx” no había pasado ni un minuto y ya me contestó “perfecto, despiértala y prepárala para que este lista a las once y no le digas nada será un sorpresa, xx” respondí que lo haría y me puse a acabar de recoger mi habitación, cuando estaba todo recogido fui a despertar a Laura.
- Buenos días princesa, arriba- dije mientras subía su persiana. Laura emitió un gruñido y se tapó la cara con la almohada- venga dormilona…- pero seguía sin moverse así que opte por la única opción que me quedaba, fui a por un vaso de agua a la cocina y volví a su habitación, la destapé y le tiré el vaso en la cara, Laura se incorporó rápidamente y me miró con cara de asesina- buenos días- dije yo poniendo una de mis mejores sonrisas, Laura se acercó a mi y me dio con la almohada
- Ni se te ocurra volver a hacer eso- la miré con carita de arrepentimiento y al minuto ya nos estábamos riendo
Fuimos a la cocina y estuve hablando con Laura mientras ella desayunaba
- ¿ y qué vamos a hacer hoy?- me dijo acabándose su tostada
- Pues había pensado aprovechar la mañana para irnos de compras así que date prisa y vístete- Laura acabo de desayunar y se fue a la ducha, yo estaba emocionada, me parecía súper bonito lo que le iba a hacer Mark y me sentía cómplice de ello al no decirle nada. Cuando Laura estuvo preparada vino al salón
- ¿pero tú que haces todavía en pijama?- iba a contestar cuando el timbre de la puerta sonó, le hice un gesto con la cabeza a Laura para que abriera y cuando abrió se encontró con Mark que estaba realmente guapo
- Vengo a buscar a una princesa para pasar todo el día con ella ¿está lista ya?- Laura miró a Mark sorprendida, luego me miró a mi y volvió a mirar a Mark
- lo tenias todo pensado, estabais con pinchados
- no sé de que me hablas- dije yo haciéndome la tonta, Laura me miro mal pero luego en su cara se dibujo una amplia sonrisa 
- ¿nos vamos?- dijo mirando a Mark, este la cogió de la mano y se la llevó, antes de cerrar la puerta Mark me miró y me guiño un ojo.
Cuando se fueron, me fui a vestir me puse un chándal y salí a correr. Me gustaba salir a correr, conseguía que no pensara en nada.
Volví de correr me di una ducha refréscate y me prepara una ensalada para comer, no tenía mucha hambre así que con eso me fue suficiente. Recogí todo y cuando acabe me dormí la siesta para recuperar horas de sueño. Cuando me desperté un mensaje llegó a mi móvil “tengo la tarde libre, ¿que te parece si te paso a buscar a las ocho y pasamos la tarde juntos? Te quiero”. Mi cara se ilumino y me salió una estúpida sonrisa en la cara, mire el reloj y vi que eran las siete y media ¿pero cuantas horas había dormido? Enseguida conteste “perfecto, te espero aquí en media hora :) te quiero”.
Deje el móvil en el salón y fui a prepararme, me puse unos vaqueros claritos, una blusa de tirantes azul marino y unas sandalias del mismo color, me maquillé un poco, lo justo y al poco rato llamaron al timbre, abrí el portal y deje la puerta de casa medio abierta para que Harry entrara, me dirigí a mi habitación a por el móvil y unas manos rodearon mi cintura, sonreí y un escalofrío recorrió mi cuerpo, me giré y me encontré con su hermosa sonrisa, le rodee por le cuello con los brazos y me acerqué a el lentamente, al final Harry no pudo aguantar mas y acortó la poca distancia que había entre nosotros.
- Te e echado de menos- dijo Harry como un niño pequeño
- Pero si estuvimos juntos ayer tonto- dije jugando con sus rizos
- Pues eso, que se me a echo eterno- sonreí y le volví a besar
Salimos de casa y nos montamos en el coche de Harry 
- ¿ a dónde me vas a llevar?- pregunté curiosa 
- Es una sorpresa, así que te tengo que tapar lo ojos- dijo sacando un pañuelo de su bolsillo
- Esta bien…- sonreí ilusionada y deje que me atara el pañuelo a los ojos, cuando me lo ató me dio un leve beso en el cuello que hizo que se me pusieran los pelos de punta. Harry se percató del detalle y me volvió a dar otro beso en el cuello, mi piel seguía igual y en mi cara había una sonrisa tonta. Harry arrancó el coche, durante el trayecto estuvimos cantando música, hasta que me cansé y pregunté que cuanto quedaba, Harry me dijo que ya no quedaba nada y a los cinco minutos el coche se paró.
- Ya hemos llegado preciosa
- ¿puedo quitarme ya el pañuelo de los ojos?- pregunte impaciente 
- Todavía no pequeña- Harry salió del coche y luego mi puerta se abrió y me ayudó a bajar. Podía oír las olas chocando contra las rocas, podía oler el olor a sal y al dar unos cuantos pasos podía notar la arena entre mis dedos que se colaban por las sandalias, me encantaba el mar y la playa, me recordaba a mi infancia.
Seguimos caminando hasta que nos paramos, Harry me soltó una mano y oí como se abría una puerta, me volvió a agarrar la mano y entramos dentro, no sabía donde estaba, comencé a subir escaleras, pero enseguida Harry me cogió y me llevó como a una princesa, al principio intentaba contar los escalones pero luego perdí la cuenta, eran bastantes. Por fin Harry me depositó el suelo y volvió a dar la mano, salimos como a una terraza y cuando podía notar que el viento me azotaba en la cara, Harry me quitó el pañuelo, ante mi tenía la mejor puesta de sol del mundo. El sol, ya anaranjado se perdía en el mar dejando ver solo la mitad de él, la luz teñía el mar del mismo color y unas gaviotas sobrevolaban el mar que se perdía a lo lejos pareciendo que no tenía final. Miré a mí alrededor y pude comprobar que estaba en un faro, y que la playa no era una playa cualquiera, sino que era la playa donde conocí a los chicos por primera vez. Miré a Harry con alguna lágrima en los ojos y me abalancé sobre él, le miré a los ojos 
- ¿te gusta?- dijo Harry 
- Me encanta- susurre, ya que mi voz me fallaba. Me acerqué a Harry y le besé. Ese beso no era un beso cualquiera, ese beso contenía miles de emociones, ese beso expresaba lo que las palabras no expresaban, ese beso lo decía todo sin necesidad de decir nada.
- Te quiero mucho Harry- susurré a su oído 
- Te amo pequeña- y nos fundimos en otro beso.

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