jueves, junio 6

Laura (Capítulo 56)

Los días siguientes fueron bastante tranquilos. Nos pasábamos las mañanas durmiendo muchísimo mientras los chicos trabajaban, Sara me contó todo lo que había hecho en París, una tarde nos dió por limpiar todo el apartamento de arriba abajo y quedabamos con las chicas para tomar algún que otro café. Tres días después de que Sara volviese de París, aquella noche decidimos mirar nuestras redes sociales, e cotillear por internet lo que se decía de nosotras. Era increíble, había millones de fotos que no sabíamos que podrían haber sacado, un montón de cosas sobre nosotras. Nos sentíamos intimidadas, e incluso con miedo. ¿Nosotras famosas? Imposible, aquello era demasiado flipante. Mientras veíamos noticias sobre nosotras, y tweets de millones de fans de los chicos de todas partes, algunas ilusionadas por nosotras, sobre todo las fans españolas y otras insultándonos sonó el teléfono. Me levanté corriendo a por él.
- ¿Sí?
- Laura...
- ¡Hola Harry! - miré a Sara y ví como aparecía una sonrisa en su rostro al oír el nombre de su chico.
- Tenemos plan para mañana, ¡un picnik! Nosotros lo organizamos... ¿te apetece?
- ¡Pues claro! - grité emocionada.
- Genial, y ahora.. ¿me pasas a tu sexy compañera de piso? - me eché a reír.
- Sí, señor. - dije pasándole el teléfono a Sara todavía riendo. Me senté en el sofá mirando más cosas en internet mientras ella hablaba por teléfono, cuando terminó me lo pasó a mí sonriéndo.
- Zayn. - dijo. Cogí el teléfono.
- ¿Sí?
- Hola preciosa. - Su voz me hacía sentir genial.
- Hola guapo, ¿qué tal?
- Feliz. - Sonreí al oírle decir eso, ¿se puede ser más perfecto?
- ¡Mañana nos vamos de picnik! - chillé emocionada, él se rió desde el otro lado del teléfono.
- Sí, os va a gustar mucho el sitio, al principio íbamos allí algunos días libres a cantar los cinco solos. Es una finca privada de la familia de Liam asique nadie molesta y se está genial...
- ¡Qué guay! Nunca he estado de picnik...
- Bueno pues perfecto porque este verano es el verano de la primeras veces. - Me quedé pensando un momento en lo que me había dicho, no podría tener más razón.
- ¡Siiiiiiii!
- Bueno pequeña, tenemos que llamar a El, Dani y Ali para avisarles del plan.
- ¿Y a los chicos?
- Los chicos estamos aquí, todos juntos.
- ¿Fiesta de pijamas masculina? - dije riendo, Zayn también se rió.
- Algo así...
- Buenas noches Zayn.
- Buenas noches, que duermas bien. Mañana iremos a desayunar por la mañana, ¿vale?
- Perfecto, te quiero... mucho.
- Yo también te quiero mucho.
Colgué el teléfono al terminar mi conversación con Zayn con una enorme sonrisa en la cara. Miré a Sara y me dijo:
- ¡Qué nos vamos de picnik! - me eché a reír y me tumbé a su lado en el sofá. Apagué el portátil.
- Vamos a dejar de mirar internet, que da miedo... - dije. Ella asintió y decidimos ver una película e irnos a dormir.
A la mañana siguiente el timbre me despertó, me levanté zombie aún estirándome y abrí la puerta. Me encontré a Harry y Zayn con una sonrisa en la puerta.
- Hola.. - dije bostezando.
- Ay que joderse, hasta recién levantada estás preciosa eh. - Dijo Zayn dándome un beso en los labios. Sonreí. Harry se rió mientras entraba y cerraba la puerta. Salió justo en ese momento del baño, también con cara de dormida y bostezando.
- Estáis muy graciosas recién despertaditas eh. - Dijo Harry dándole un beso. Nos sentamos a desayunar y después Sara y yo nos vestimos, shorts, converse, y camiseta. Para estar cómodas.
Bajamos a la calle y nos montamos en un taxi, Zayn se sentó delante y yo detrás suyo con Noa en brazos a mi lado iba Sara y a su lado Harry.
- Hay media hora de viaje. - Dijo Harry.
- Creo que tardaremos menos, hay poco tráfico hoy. - Comentó el taxista. Me apoyé mirando por la ventanilla, miré Londres y me di cuenta de que hacía un día bonito, perfecto para ir de picnik.
- ¿Y los demás? - preguntó Sara.
- Ya estarán yendo, o posiblemente ya estén allí... - contestó Zayn desde el asiento delatero. Justo en ese momento en la radio empezó a sonar One Thing, miré a Sara y sonreí. Ella le miró a Harry que también sonreía.
- A mi hija le encanta esta canción, le gustan los chicos estos que la cantan... - Dijo el taxista, era un hombre muy agradable, y hablador, era calvo y delgado y sonreía mucho pero por lo visto no era muy espabilado o no prestaba demasiada atención a su hija. No pude evitar echarme a reír cómo una loca, y Sara también y todavía reímos más cuando Zayn dijo:
- ¿Sí? Yo no la había oído nunca. - El taxista sonrió y después al ver que Sara y yo no parábamos de reír, quedó sorpredido.
- ¿Y de qué se ríen tanto las jovencitas? - dijo. Quise contestarle pero no pude parar de reír, Sara empezó a tranquilizarse poco a poco.
- Señor, ¿alguna vez ha visto a los chicos esos que tanto le gustan a su hija? - Le preguntó Sara aún riendo un poco. Harry soltó una carcajada.
- Sí, una vez salieron en la tele y se volvió loca... son todos así muy guapetes... ¿a vosotras también os gustan o qué? - respondió.
- Muchísimo. Son todos muy muy guapos, sobre todo estos dos... - Dije yo, intentando que el pobre hombre empezara a entender lo que pasaba.
- Ooooh, no me digais que vosotros... ay por dios... - El taxista empezó a reírse también, todos empezamos a reír. - Veréis cuando se lo cuente a mi hija, va a alucinar... me tendré que sacar una foto con vosotros o algo.
- Claro señor. - Contestó Zayn sonriéndole. Empezamos a alejarnos de la ciudad, y poco después salimos a una carretera más vieja, y por la que parecía que no fueran muchos coches, aquello estaba apartado de todo.
- Puede pararnos aquí mismo. - Dijo Zayn al taxista, el hombre asintió y aparcó el coche en una esquina. Salimos y nos sacamos una foto con el móvil del taxista los cinco juntos y Noa.
- Encantado de haberos conocido eh, a mi hija le va a encantar. - Dijo riendo, después de coger el dinero que le daba Harry y se montó en el coche. Antes de que arrancara Harry se acercó a la ventanilla y le dijo algo al hombre, el asintió.
- ¿Qué le has dicho? - preguntó Zayn.
- Que venga a recogernos a las ocho.
- Genial. - Zayn me agarró de la mano y Sara a Harry y empezamos a andar por un pequeño caminito, después a lo lejos vimos a los demás. Estaban sentados en el suelo encima de unas mantas de cuadros, me recordó a los picnik de las películas y sonreí. Saludé a todos.
- Jo, faltan Rebe y Niall. - Dijo Sara.
- Oh, creéme, se lo estarán pasando mejor que nosotros... - Dijo Lou giñando un ojo. Solté una carcaja y me senté.
- Luego les llamamos, ¿vale? - propuso Danielle, asentí. A todos nos pareció buena idea.
Empezaron a sacar comida de bolsas y cestas, había de todo.
- Dios mío... que de comida. - Dije.
- A Niall le encantaría estar aquí. - Dijo Harry. Todos rieron. - Vamos a sacar una foto para instagram anda.
Harry sacó una foto a toda la comida, y después empezamos a picar, entre risas, historias, anécdotas, besos y más risas. Era como si todos nosotros fuéramos amigos de toda la vida, los chicos de One Direction, El, Dani, Alison, Mark, Adam e incluso Susie que solo había estado con nosotros unas cuatro veces. Eramos ya casi cómo una familia y me sentía muy feliz. Comimos un montón, después jugamos también a las cartas, cantamos un rato... bueno, más bien cantaron un rato, y jugamos incluso a juegos con pistolas de agua, persiguiéndonos por aquella enorme campa. Corrimos detrás de Noa que llevaba toda la tarde corriendo por ahí a su aire, y le tiramos la pelota para que fuera a por ella. Después llamamos a Niall y Rebe, estaban disfrutando del solecito y la playa, nos contaron que habían sacado un millón de fotos y que todo era perfecto.
- Rebe, ¿nos tendrás muchas cosas que contar no? - Le preguntó Sara en mitad de la conversación, todos reímos.
- Sí, ya haremos una tarde de chicas.. - Contestó ella también riendo. Después de charlar un poquito con ellos y contarles que les echabamos de menos y que estabamos de picnik colgamos y seguimos haciendo el tonto y riendo todos juntos.
La tarde se pasó volando, y me lo pasé genial. Disfruté tanto que casi ni me enteré, poco antes de las siete de la tarde empezamos a recogerlo todo. Los primeros en irse fueron Adam y Susie que iban a cenar con sus padres, después poco a poco se fueron yendo los demás, al final solo quedabamos Harry, Zayn, Sara, Noa y yo que volvimos a hacer el pequeño caminito para esperar a nuestro amable taxista. Sara cogió a Noa en brazos:
- ¿Te lo has pasado bien verdad pequeño? - Le dijo, el cachorrito ladró y no pude evitar sonreir. Empezaba a refrescar y mientras me frotaba de frío y me adorable novio me prestaba su sudadera con un beso de regalo para que no tuviese frío me di cuenta de que el verano estaba llegando a su fin, que tocaría volver a casa y empezar un nuevo curso y la universidad, que pronto tedríamos que alejarnos de Londres, y... de los chicos. Se me encogió el corazón de repente.
- Laura, ¿estás bien? - Me preguntó Sara, asentí intentado sonréir, ella no dijo nada más. No sé si sabría lo que estaba pensando, es posible que sí, pero estaba claro que sabía que no me apetecía hablar del tema. De hecho, llevábamos demasiado tiempo intentando no hablar de ello, habíamos pasado el verano sin decidir que pasaría después. Y llegó el taxi, y esta vez Harry se sentó delante a hablar con el taxista, yo me senté y apoyé la cabeza en el hombro de mi novio mientras Noa jugaba con Sara a mi lado. Estuve todo el camino sin decir ni una palabra, con la escusa de que estaba cansada, pero no podía de darle vueltas a todo, no podía dejar de pensar en todo lo que suponía que el verano terminase y el olor de la sudadera de Zayn hacía que se me hiciese más difícil todavía aguantar las ganas de llorar, porque cada día allí en Londres era más perfecto y no quería que eso se desvaneciese. Más tarde me daría cuenta de que no era la única que lo pensaba.

Nuestros lectores: