viernes, enero 4

Sara (Capítulo 37)


Noté una fuerte luz que chocó contra mi cara, rápidamente me di la vuelta en la cama y me tapé la cara con la almohada, noté como unas manos me hacían cosquillas por la espalda, no pude reprimir la risa y comencé a reír aun con los ojos cerrados.
- Laura, para- conseguí decir entre carcajada y carcajada
- ¿Quién te a dicho que sea Laura?-esa voz… abrí los ojos y me encontré con los ojos marrones de Rebeca- ya era de que abrieras los ojos- me sonrió-buenos días- ¿Qué hacía aquí Rebe?
- Buenos días- dije algo confundida -¿Qué haces aquí?- pregunté mientras me estiraba en la cama
- Pasaba por aquí y decidí venir a veros, he comprado churros- se me iluminó la cara cuando oí la palabras churros
- ¿y Alison?
- De compras con su madre- dijo Rebeca mientras salíamos de la habitación
- Mejor, más churros para mi- Rebeca y yo reímos y llegamos a la cocina donde estaba Laura haciendo chocolate. Cuando estuvo listo nos pusimos a desayunar
- Bueno quieres contarnos ya que tal ayer con Nialler- dijo Laura mientras se terminaba un churro, pareció leerme la mente. Rebeca se empezó a reír
- No se os escapa ni una eh- Laura y yo negamos con la cabeza- pues me pasó a buscar a las seis y me llevo a un parque con un lago y dimos una vuelta en una barca, luego cuando bajamos de la barca me llevó a un sitio escondido entre arbustos y había un picnic, todo muy romántico- Rebeca se sonrojó- brindamos con champán, todo era perfecto- vi como se le iluminaban los ojos- y…
- Te pidió salir- interrumpí yo
- Pero no lo estropees Sara- protestó Laura
- Si… me pidió salir y dije que si, a ese rubio irlandés no se le puede decir que no a nada- Rebeca volvió a ponerse roja- pero… ¿Cómo lo sabias?
- Intuición- mentí. Acabamos de desayunar y nos quedamos toda la mañana en casa hablando y haciendo el idiota. A la hora de comer decidimos preparar algo de pasta y cuando la estábamos haciendo llamaron al timbre- ¡ya voy yo!- grite a Laura que estaba en el baño. Abrí la puerta y me topé con una ramo de rosas rojas y detrás la perfecta sonrisa de Harry
- Feliz aniversario amor- me abalancé y salté encima de él. Acaricié sus rizos con mis dedos
- Feliz aniversario- susurre mientras me acercaba para besarle. Nos fundimos en un tierno beso y me bajó al suelo
- Toma, son para ti- dijo ofreciéndome el ramo.
- Harry, son preciosas- Las acerqué a mi nariz y aspiré su aroma. Entré dentro y cogí un jarrón. Eché un poco de agua y las metí dentro.
- Vengo a pasar el resto del día junto a mi chica- dijo mientras cerraba la puerta de casa
- Ummm… perfecto, me cambio y nos vamos- me fui a la habitación de la ropa y dejé a Harry con Laura y Rebeca, esperaba que no le torturasen mucho a preguntas. Me puse unos vaqueros cortos claros, una blusa blanca suelta de tirantes que me regaló Laura, unas sandalias marrones y un bolso grande del mismo color. Metí en el bolso el móvil la cartera y el regalo de Harry y fui al baño a arreglarme un poco. Decidí maquillarme un poco. Un día es un día. Me puse un poco de base una sombra de color cobre y un poco de rímel. Salí del baño
- estoy- dije poniéndome las gafas de sol
- Mira que has tardado eh- dijo Harry agarrándome de la cintura
- Tú a callar- le dije con una sonrisa- nos vamos chicas- nos despedimos de Laura y Rebeca y nos montamos en el coche en dirección a casa de Harry- ¿te han torturado mucho a preguntas?- dije con una sonrisa, que no iba a desaparecer en todo el día de lo contenta que estaba
- Un poquito- dijo poniendo cara de niño pequeño
- Pobrecito- dije haciéndome la preocupada- tendré que cuidarte mejor a partir de ahora
- No podrías cuidarme mejor- me acerqué a él y le deposité un beso en la mejilla. Llegamos a su casa y no había nadie por allí
- Había pensado llevarte a un restaurante, pero luego lo pensé mejor y he cocinado yo- dijo orgulloso
- no habrás quemado nada ¿verdad?
- ¿estás dudando de mis dotes culinarios?- protestó
- Puede- dije riendo
- Al final de la comida retirarás lo dicho
- Ya veremos- le reté
Comimos de primero una ensalada de pasta, de segundo un solomillo y de postre una tarta y todo lo había echo Harry
- Uff- dije comiendo el último cacho de tarta- estoy llena… retiro mis dudas de tus dotes culinarios
- Eso quería oír- dijo con una sonrisa ancha. Se acercó y me dio un ligero beso en los labios- ayúdame a recoger- estuvimos recogiendo un poco todo y cuando acabamos nos tumbamos el sofá. Nos quitamos los zapatos y yo apoyé la cabeza en sus piernas y él comenzó a acariciarme el pelo. Estuvimos así un buen rato hasta que Harry paró de acariciarme el pelo- ¿y eso?- abrí los ojos y vi que estaba señalando mi tatuaje
- Me lo hice ayer con Laura, lo tenemos las dos igual solo que yo en el tobillo izquierdo y ella en el derecho- me moví y puse el pie encima de Harry para que pudiera verlo mejor- ¿te gusta?- Harry lo acarició con la yema de los dedos
- Es realmente precioso… y tiene una J en la tripita de…- no le dejé acabar
- De Julia- dije mirando el tatuaje
- Precioso- volvió a añadir- estoy por tatuarme su nombre en el pecho
- ¿Cuál? ¿Julia?
- Claro, gracias a ella te conocí a ti, se lo debo todo
- No seas idiota- reímos ante su comentario- si te haces otro tatuaje que sea con mi nombre- dije en broma
- ¿te gustaría que me tatuara tu nombre?- preguntó serio
- ¿lo harías?- dijo yo algo incrédula
- Si eso te haría feliz… lo haría- dijo Harry mirándome con ternura
- Cariño- me acerqué mas a él y le acaricié la cara- no quiero que te tatúes mi nombre, con saber que te tengo a mi lado soy la más feliz de este mundo- me acerqué a su cara y rompimos la distancia en un corto beso
- Vale, quiero darte ya mi regalo- dijo él levantándose del sofá- espera ahí- subió las escaleras y al rato bajo con un sobre – ábrelo- me entregó el sobre mientras se sentaba, miré el sobre y le di la vuelta, me mordí el labio.
Abrí el sobre con cuidado y saqué dos billetes de avión… con destino a París…
- París…- susurré
- Si, es para dentro de dos fines de semana, tu y yo, solos, cuatro días
- Harry, esto es…- sentía una inmensa felicidad, tenía ganas de llorar de felicidad. Le miré a los ojos y me tiré encima suyo- te quiero, te quiero, te quiero, te quiero- dije mientras le daba besos por toda la cara- ahora el mío- dije levantándome a por el bolso
- No tenías que comprarme nada Sara- dijo incorporándose
- Ni tú y mira dentro de dos semanas nos vamos a París
- Bueno pero mi regalo es para compartir
- Y él mio también- Harry me miró extrañado. Saqué la caja del bolso y se la tendí. Le dio una vuelta a la caja y la abrió. Se quedó callado mirando su interior. ¿pero por qué no decía nada? Cogió los dos collares que había dentro y al ver que seguía sin decir nada, me puse nerviosa y empecé a hablar yo- es una tontería comparado al lado de tu regalo pero me hacía ilusión y me pareció un bonito regalo además tiene grabado por detrás…
- Son preciosos-dijo interrumpiéndome
- ¿de verdad te gustan?- él asintió sin apartar la vista de los collares, les dio la vuelta a las gotitas que colgaban y vio el grabado. En uno ponía un S y en otro una H, el suyo era el de la S y el mio el otro. Harry me miró a los ojos y se puso el collar de la S, luego cogió el otro y me retiró el pelo de la espalda y me puso el de la H, cuando cerró el enganche me beso en el hombro y toda mi piel se erizó.
Me di la vuelta para mirarle su cara estaba a pocos centímetros de la mía. Se acercó hasta que nuestras narices se rozaron y podía notar su respiración, besó la comisura de mis labios, luego el labio superior y por último unió sus labios a los míos suavemente. Una sensación cálida recorrió todo mi cuerpo, Harry me agarró de la cintura y me tumbó en el sofá. Comenzó a darme besos por el cuello y volvió a subir hasta quedarse a la altura de mi boca
- Ven quiero darte mi segundo regalo- me agarró de la mano y me condujo por las escaleras
- ¿otro? Harry no quiero más regalos- protesté
- Tú calla y cierra los ojos- obedecí algo enfadada. No quería mas regalos ¿le parecía poco el regalo que me había echo? Refunfuñe para mis adentros. Entramos en una habitación- ya puedes abrirlos- dijo abrazándome por detrás y apoyando su cabeza en mi hombro. Ante mí estaba la habitación de Harry completamente cambiada. En el centro estaba la cama con pétalos de rosa de color rojo por la cama y por el suelo y en medio de la cama había una rosa. Por el suelo había velas haciendo un camino hasta la cama y por el resto de la habitación había velas que era la única luz de la habitación. Harry empezó a hablar- como dijiste el otro día que estabas preparada me pareció bonito organizarte esto por el día de nuestro aniversario y… ¿te gusta?- no podía hablar las palabras no me salían. Asentí con la cabeza.- pero… di algo…- dijo con un tono de preocupación
- Harry… esto… esto es maravilloso, de verdad, con esto lo vas a hacer mas perfecto de lo que ya era
Harry me dio la vuelta y me miro a los ojos, sonrió y me besó pausadamente, yo le devolví el beso y él aumentó el ritmo de los besos. Posó una de sus manos en mi cintura y la otra la metió por dentro de la blusa y la apoyó en mi espalda pegándome más a él. Estaba realmente nerviosa. Suavemente me quito la camiseta y me separé de él. Me mordí el labio inferior y le imité quitándole yo a él la suya. Me volvió a agarrar de la cintura y fue dando pasitos hacia adelante mientras yo los daba hacia atrás y me daba besos leves el cuello. Mis piernas chocaron con la cama. Harry me cogió y dejó en la cama con suavidad apartando la rosa que había en el medio. Él se quedó encima de mí y me empezó a acariciar el vientre con una mano mientras que con la otra me desabrochó el sujetador. Yo entrelacé mis manos en su cuello y acaricié sus rizos mientras mordía con suavidad su labio. Se deshizo de mi sujetador. Pegué mi cuerpo contra el suyo y él empezó a darme besos por el cuello, pero esta vez no paró y siguió bajando hasta mi vientre, yo solté un leve gemido, él elevo la cabeza, me miró a los ojos y se acercó a mi oído, me susurro, tranquila y luego mordió mi lóbulo. Bajó sus manos hasta mi cintura y buscó los botones del pantalón, cuando los encontró, los desabrochó y me los quitó suavemente yo le imité y le quité los pantalones con ayuda de él. Me pegó más a él en un beso notando toda su entrepierna. Suspiré. Volvió a besarme y entré beso y beso se deshizo de mis braguitas. Yo acaricié su abdomen con las dos manos y al llegar a sus bóxers hice lo mismo. Se acercó a la mesilla y cogió un condón, cerré los ojos y oí como se rasgaba el sobre, los abrí de nuevo y Harry se lo colocó y se acercó a mi oído
- Harry, no me hagas daño- susurre con el corazón apunto de salirse de mi pecho
- Confía en mi- dijo mientras me daba un beso en el cuello
- Siempre lo he hecho- Harry subió y me miró a los ojos
- Te quiero Sara
- Te quiero Harry- dije mirando sus preciosos ojos
Me dio un suave beso en los labios y con cuidado me hizo suya, haciendo que solo fuéramos uno.

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