lunes, enero 7

Laura (Capítulo 38)


Después de comer Rebeca se fue a casa y pasé la tarde sola en el apartamento, así que me puse a limpiar y a ordenar un poco pensé que Sara llegaría tarde y como me apetecía muchísimo estar con Zayn decidí llamarle.
- Hola pequeña.
- Hola guapo, ¿qué haces?
- Pues me he estado echando una siestecita que estaba cansado y ahora me iba a la ducha.
- Quiero verte... - le dije poniendo una voz lo más dulce posible.
- Me llama la chica que más quiero diciéndo que quiere verme con esa vocecita, ¿cómo resistirme? - Los dos reímos.
- ¿Te viénes a cenar?
- Claro princesa, ¿te parece si llevo comida tailandesa?
- Vale, me parece perfecto.
- Pues me ducho en dos minutos y estoy allí.
- ¡Bien! - dije, emocionada y feliz.
- Te quiero.
- Y yo. - colgué y me senté a ver la tele hasta que llegase. No tardó ni media hora, sonó el timbre y fui corriendo a abrir. Estaba ahí con su sonrisa y la bolsa de la cena, con una camiseta de manga corta que dejaba ver sus brazos, con esos tatuajes tan sexys. Sonreí y le di un beso en los labios, suave. Pero él me agarro de la cintura y me dio otro más intenso. Entramos y nos sentamos en el sofá.
- ¿Tienes hambre ya? - le pregunté por si quería empezar a cenar ya. Pero se quedó mirándome, sin responder, sonriendo... así que volví a preguntar. - Zayn, cariño, ¿cenamos?
- Sí, claro... - dijo, sin quitar la sonrisa de su boca.
- ¿Por qué sonríes tanto bobo? - le dije mientras no sentábamos en la mesa.
- No lo sé, estás preciosa hoy.
- ¿Preciosa? Zayn, voy con unos short vaqueros normales y un niki viejo que uso para estar por casa. Encima tengo unos pelos horribles de haber estado tumbada en el sofá...
- Pero tu mirada cada día es más bonita, y tú sonrisa también. - Sonreí, me encantaba cuando se ponía tan romanticón. Nos sentamos en la mesa y empezamos a cenar la comida que había traido Zayn, nos reímos un montón porque yo nunca había probado esas cosas y ponía caras raras cuando no me gustaban. Y él seguía dándome comida para probar. Después de cenar me ayudó a recoger todo.
- ¿Sara no viene a dormir?
- No lo sé, me imagino que sí...
- ¿Crees qué...? - me eché a reír y no contesté. No lo había pensado, pero seguramente sí, porque Sara estaba preparada. Hoy era su día. Sonreí pensando en eso.
- ¿Te apetece ver una peli hasta que venga? No quiero estar solita... - le dije, poniendo carita triste.
- ¿Cómo no iba a querer ver una peli contigo? - Nos sentamos en el sofá, me rodeó con su brazo y apoyé mi cabeza en su hombro. No sé que película vimos, en realidad no atendí mucho. De vez en cuando me besaba o me acariciaba la cara. Me sentía genial, protegida. Estaba tan agusto que en un momento no pude evitar susurrar.
- Te quiero Zayn. - No me oyó, porque me miró y dijo:
- ¿Has dicho algo pequeña?
- Que te quiero... - sonrió y me dio otro beso, todavía más perfecto que todos los anteriores.
- Yo más. - dijo al separar sus labios de los míos.
- Eso es imposible. - le dije, le miré fijamente a los ojos y sentí que me daba igual lo que pasara con mi vida a partir de ese momento pero que no podía separarme de él, nunca.
De repente se abrió la puerta del apartamento, Sara con una sonrisa inmensamente grande entró por la puerta. Le miré a los ojos y supe perfectamente que había pasado.
- Uy, no sabía que estabas acompañada. - Zayn y yo nos levantamos del sofá.
- Sara, ¿qué tal ha ido? - ella sonrió y se sonrojó un poco.
- Bueno chicas, yo me voy que creo que tenéis cosas que contaros.. yo ya me enteraré por otras fuentes. - dijo Zayn mirando a Sara. Me dio un beso suave en los labios, cogió su chaqueta y se acercó a la puerta.
- Mañana te llamo pequeña. - Me dijo despidiéndose de nosotras con la mano.
- ¡Cuéntamelo todo ya! - le dije a Sara tirándome al sofá y ofreciéndole un sitio a mi lado. Ella se sentó y me lo contó... me contó que se había puesto muy nerviosa, pero que fue increíble. Me sentía feliz por ella, la veía contenta. Después nos fuimos a la cama y nos quedamos dormidas charlando de todas esas cosas.
A la mañana siguiente nos despertó el teléfono. Salté de la cama y fui a contestar.
- ¿Sí?
- ¡Buenos días dormilonas!
- ¡Liam! ¿Qué pasa?
- Pues llamo porque hemos decidido ir a comer por ahí todos juntos, ¿os apetece?
- ¡Claro! ¿Todos?
- Sí, sí, todos.
- ¡Qué guay! - Liam se echó a reír al otro lado del teléfono, me apetecía un montón comer con todos. Niall y Rebeca juntos, El, Dani, Liam, Louis, Harry, Sara, mi perfecto Zayn, Mark con Alison, Adam... de repente pensé en Adam. Era el único que no tenía pareja, pobrecito.
- Bueno, pues en una hora pasamos a recogeros, ¿vale? Voy a ir llamando a todos los demás.
- ¡Vale! - colgué el teléfono y le conté a Sara el plan, después le dije lo que había pensado de Adam.
- Tía... hay que buscarle pareja a Adam. - me dijo. Asentí con la cabeza, ya idearíamos un plan. Nosotras somos así...
Nos duchamos y nos vestimos en un tiempo record. Creo que nunca lo habíamos hecho todo tan rápido. Ni si quiera desayunamos porque ya era demasiado tarde, nos vestimos tan rápido la dos con unos shorts, los míos amarillos con una camiseta blanca de flores y los suyos vaqueros con una camisa azul que no sobró tiempo. Todavía quedaba un ratito hasta que vinieran a por nosotras así que decidimos mirar cosas en internet. Entramos en nuestros twitters, cosa que no hacíamos desde hace mucho y nos sorprendió demasiado lo que encontramos. Teníamos miles de seguidores más, un montón de menciones de la gente.
- Dios mío Sara, la gente... la gente nos conoce.
- Ay Laura, ¿crees que nos odiarán? - me dijo Sara con tono preocupado. Y empezamos a leer lo que la gente decía de nosotras. Nos sorprendimos, bastante.

1 comentario:

Gracias por darnos tu opinión.

Nuestros lectores: