lunes, mayo 27

Laura (Capítulo 54)

Después del gran susto que nos llevamos por mi falsa alarma de embarazo Zayn y yo nos tumbamos, junto a Noa, a ver una película. No recuerdo qué película, no sé si llegamos a ver ni la mitad porque me perdí entre besos y más besos. Después de un rato así, tenía unas ganas tremendas de hacer el amor con él. Ya se me había olvidado el susto de antes, todo me daba igual. Zayn es el amor de mi vida, y eso lo tenía claro desde el principio. Le quité suavemente su camiseta, y me sonrió dulcemente mirándome como solo él sabe mirar y besándome por todas partes. Empezamos a desnudarnos, pero antes de seguir le miré seriamente y él sacó del bolsillo de su pantalón que estaba ya en el suelo un condón. Noa jugaba con los cojines que habían caído al suelo y revoloteaba por el salón mientras Zayn y yo disfrutábamos de un momento de pasión, y amor. Después me quedé dormida, desperté un par de horas después ya en la cama con un hambre tremendo. Me levanté y vi a Zayn preparando pasta en la cocina, tenía el pelo mojado, y solo llevaba unos calzoncillos asique supuse que se acababa de duchar. Me fijé en su torso desnudo, en sus tatuajes y es su preciosa sonrisa. Me acerqué a él y le besé.
- Buenas... tardes. - me dijo.
- ¿Qué hora es?
- Las seis de la tarde, has dormido bastante y no hemos comido todavía. - me eché a reír.
- Mmmm.. huele bien.
- Pues siéntate, que he preparado pasta y me queda deliciosa. - Sonreí y me senté a esperar a que el mejor novio del mundo me sirviera la comida-merienda.
- ¿Qué tal se lo estarán pasando Harry y Sara en París?
- Pues genial.. créeme. - contestó Zayn riéndo.
- ¿Harry ha preparado muchas cosas?
- Harry ha preparado de todo. Está loquito por esa chica eh, nunca le había visto así... te lo juro. - Me miró y sonrió. - Y entiendo perfectamente cómo se siente.
- Ah, ¿sí? ¿Tú también has sentido algo tan fuerte por alguien alguna vez? - dije yo también, sonriendo. Zayn mi miró con una sonrisa pícara, y me siguió el juego.
- Sí, una vez... hace muchísimo tiempo eh. Ya no hay nadie que me haga sentir así...
- ¿No? Jo, que pena...
- Eres tontísima... ¿lo sabes?
- Lo sé, lo sé. - me eché a reír y él se acercó y me dio un beso que sabía a pasta. Después volvió a mirar al plato y siguió comiendo. Hubo un momento de silencio pero después dijo:
- No tenéis ni idea de lo que nos habéis cambiado la vida Laura, de verdad.
- Zayn... sois un grupo famoso con millones de fans, álbumes, canciones, premios, de todo...
- ¿Y? Eso es genial, de las mejores cosas que me han pasado en la vida pero si tú no hubieses aparecido derepente... sin tí, no sería tan feliz.. te lo aseguro. - En eso momento fui yo la que se levantó de la silla y le di un abrazo fuerte, porque las lágrimas caían por mis mejillas.
- Eso es lo más bonito que me han dicho en la vida. - Estuve un rato más abrazada a Zayn mientras él me acariciaba el pelo, después recogimos y decidimos ir a dar un paseo con Noa. Iba de la mano de Zayn, y al otro lado llevaba la correa de mi pequeño cachorrito, por las calles de Londres, bajo las estrellas de una noche de verano y no me podía sentir más feliz.
- ¿Te apetece que vayamos a cenar al restaurante del día que os regalamos a Noa?
- ¿En aquel jardín tan bonito? - sonreí emocionada, Zayn asintió y empezamos a caminar en aquella dirección. Mientras andábamos mi móvil empezó a sonar.
- Es Harry. - le informé a Zayn mientras contestaba.
- ¿Sí?
- ¡LAURAAAAAAAAA! Esto es precioso tía, precioso... es taaaaaaan romántico, y Harry me está enseñándo sitios tan bonitos... aaay, de verdad, es todo fantástico. - Me eché a reír.
- Sara, estás loca... ¿sabes que la llamada os va a costar un ojo de la cara?
- Da igual, la paga él.. - las dos nos echamos a reír. - Es que no podía esperar para contarte lo perfecto que es todo, aunque nos veremos en un par de días... ¿vosotros qué tal? ¿has aprovechado que estás solita en el apartamento? ¿Cómo está Noa? - No pude evitar sonreír, Sara y su entusiasmo siempre me había encantado, siempre nos habíamos emocionado juntas por todo y ahora que nuestros sueños se hacían realidad.. mucho más.
- Todo genial, no te preocupes que nos lo contaremos todo cuando vuelvas.. y ahora cuelga y disfruta de París, ¿quieres?
- Sí, sí.. pero pon a Zayn que Harry quiere hablar con él, cosas de chicos dice... no me fio nada pero bueno... - las dos nos echamos a reír.
- Adiós, te quiero.
- Y yo Sari, y yo. - le pasé el teléfono a Zayn.
- Harry quiere hablar contigo cariño... - le dije mientras él cogía el teléfono.
- A ver, ¿qué quieres tú ricitos? - oí que Zayn le saludaba a Harry, no podía oír lo que él contestaba desde París asíque no logré entender la conversación. - Que sí Harry. Pues claro... Ah no, ni de coña. - luego risas y risas... - Venga anda, cállate.. eres un liante. Disfruta y ya lo veremos cuando vuelvas eh... Sí, sí, Adiós Harry, sí... y yo. - Y más risas.
- ¿Qué te decía?
- Nada, cosas de chicos... - me guiñó un ojo y yo asentí, sabía que no sería capaz de sacarle nada asique no lo intenté, solo guardé el móvil y le besé en la mejilla mientras volvía a agarrarme de su mano. De camino al restaurante nos pararon unas cuantas fans a las que Zayn les firmaba autógrafos, un par de ellas quisieron sacarse fotos con nosotros no puede evitar preguntar:
- ¿Conmigo también? - Zayn sonrió ante mi sorpresa, las chicas chillaron:
- ¡¡Claro, eres la novia de Zayn Malik!! - sonreí al oír eso de la boca de otras personas, sonaba bien. Mientras posaba junto aquellas chicas me dio por pensar que hacía solo un par de meses yo era cómo ellas, una fan más... que se hubiese vuelto loca si se hubiera encontrado con Zayn y su novia por la calle. Me imaginé a Sara, a Rebe o a mí corriendo para sacarnos una foto con cualquiera de los chicos... y ahora éramos sus novias. Sus novias.
Llegamos al restaurante y nos sentamos en el jardín del precioso restaurante, miré a Noa sonriente, estaba feliz y movía su colita. Le dejé atadito a mi silla pero con la correa larga para que pudiese dar vueltas mientras Zayn y yo pedíamos la cena y cenábamos. El camarero ya nos conocía y estuvo muy simpático. Disfruté muchísimo de la cena, de la noche, de Zayn.
- ¿Qué te apetece que hagamos mañana preciosa?
- Mmmm... no sé, lo que te apetezca.
- ¿Quieres que prepare un día genial para los dos solos?
- ¿Qué clase de pregunta es esa Zayn? Claro que quiero. - Zayn sonrió y pagó la cuenta del restaurante, sin darme opción a poner mi parte. Me besó cuando nos levantamos de la silla.
- ¿Otro paseo hasta casa o cogemos un taxi?
- Paseo... adoro Londres por la noche.
- Sí... yo también. - No hacía demasiado frío así que se estaba genial por allí, noté que Noa empezaba a cansarse así que la cogí en brazos. Mientras Zayn me rodeaba con su brazo. Después de un buen rato caminando llegamos al apartamento. Estaba cansadísima, me pesaban hasta los párpados. Tumbé a Noa es su camita y fuí con Zayn hasta mi habitación. Empecé a quitarme la ropa, y él también. Le miré, casi desnudo y sentí calor.
- Qué sueño... - dijo, mirándome sonriente.
- Sí... - contesté, casi en un susurro. No me apetecía ponerme el pijama, me quedé mirándole en ropa interior mientras él, en calzoncillos se metía bajo las sábanas.
- Laura, ¿qué pasa? ¿No... no vas a ponerte el pijama o meterte en la cama? - dijo, guiñándome un ojo y sonriéndome.
- Claro... es que... ¿no hace mucho calor? - dije ruborizándome un poco. Él se echó a reír, salió de las sábanas y me agarró de la cintura tirándome sobre la cama. Empezó a besarme por todas partes.
- Dios mío Zayn... - susurré.
- ¿Qué? - dijo, apartándose un poco de mí.
- Nada, qué eres genial.
Aquella noche dormí en braguitas, con la camiseta que Zayn llevaba aquel día. Me sentía tan bien, tan feliz y tan querida.
Zayn me despertó a la mañana siguiente llevándome una bandeja con el desayuno a la cama, debajo del plato de las tostadas había dos tickets para el parque de atracciones y entradas para una hípica.
- ¿Vamos a ir al parque de atracciones y a montar a caballo?- le pregunté emocionada mientras comía el maravilloso desayuno que me había preparado.
- Sí, señorita, has acertado. Por la mañana parque de atracciones, por la tarde a montar a caballo y por la noche... sorpresa.
- ¡Genial!- grité dándole un fuerte abrazo que casi hace que el zumo se derramase. Cuando terminé de desayunar me duché mientras él recogía todo y se vestía. Me puse unos shorts azules para estar cómoda, una camiseta blanca con un gran búho de colores en medio y mis zapatillas blancas. Me recogí el pelo, aún algo mojado, en un moño despeinado y me maquillé un poquito, casi nada.
- ¿Lista?- me dijo Zayn al verme salir de la habitación. Asentí.
- ¿Y con Noa qué hacemos? - pregunté, no había pensado en eso.. me sentí culpable.
- Tranquila, lo tengo todo pensado... se lo llevamos a El, he hablado con ella y está encantada de pasar el día con este adorable cachorrito... es lo que me ha dicho. - Sonreí, El adoraba a Noa, eso era genial. Cuando dejamos a Noa en casa de El nos fuimos al parque de atracciones.
Pasamos una mañana fantástica, era la segunda vez que pasaba la mañana allí, pero esta vez a solas con Zayn. Las atracciones cada vez me daban menos miedo. Se pasó volando entre besos y risas, y perritos calientes y gritos en las diferentes atracciones. Conseguí ganar un peluche que regalé a Zayn.
- En las películas es al revés... el peluche lo gana el chico para la chica.. - me dijo poniendo cara de niño pequeño.
- Bah, nuestra vida no es como una película cariño... es mejor. - Dije, dándole un beso.
- Además... las películas se acaban después de 2 horas, esto no. - Respondió dándome otro beso, más dulce.
- Este fin de semana va a ser agotador eh... - dije mientras nos montábamos en el taxi que nos llevaría a la hípica para montar a caballo.
- Sí, cómo las minivacaciones que pasamos en la casita... - dijo. Recordé aquellas vacaciones, fui allí siendo novia de Mark... pero Zayn me besó. Supe que Zayn también estaba recordando eso porque su cara cambió durante un segundo.
- Fueron unas minivacaciones muy intensas eh. - Zayn asintió y me besó. Le abracé fuerte y poco después el taxista frenó. Me bajé del taxi. Aquello era enorme, había un montón de cuadras llenas de caballos, había bastante gente y pistas enormes con números.
- La nuestra es la número 5. - me dijo, la localicé y se la señalé. Nos acercamos a la pista número 5 y allí había una mujer de unos 50 años con una trenza canosa y una sonrisa enorme dibujada en la cara, estaba vestida con la ropa apropiada para enseñarnos a montar a caballo.
- Hola chicos, me llamo Mariane y voy a ayudaros a pasar una increíble tarde montando a caballo. Os dejaré dos de mis mejores yeguas, se llaman Tina y Mera, están muy bien adiestradas y son inofensivas, de hecho son las que usamos para dar clases a los niños más pequeños asique no os preocupéis, ¿vale? - me parecía una mujer muy muy simpática, pero hablaba de una forma algo difícil de entender, por lo menos para mí. Mariane nos dejó ropa más apropiada, y nos enseñó lo más básico antes de montarnos en las yeguas, después aunque me dio un poco de miedo al principio Zayn y yo empezamos a manejarlas muy bien. Estuvimos horas divirtiéndonos con Tina y Mera, y con las explicaciones y bromas de Mariane fue una tarde superentretenida. Pero empecé a estar agotada y a tener muchísima hambre, miré a Zayn y noté que él también estaba cansado. Asique le dimos las gracias a Mariane por aquella maravillosa tarde, nos dijo que estaría dispuesta a recibirnos siempre que quisiéramos y nos montamos de nuevo en el taxi.
- ¿Y ahora qué? - le dije a Zayn, porque yo estoy agotada...
- Ahora vamos a recoger a Noa y al apartamento. - Asentí y me apoyé en su hombro.
- Laura... Laura... venga, pequeña, despierta que hemos llegado a casa de El. - Me desperté algo avergonzada por haberme quedado dormida en el taxi, el taxista rió y yo también, nos bajamos y dimos las gracias a Eleanor por haber cuidado de Noa, y nos fuimos a nuestro apartamento en el mismo taxi que nos esperó en la puerta.
- Precioso cachorrito. - me dijo el taxista al ver a Noa en mis brazos, asentí sonriente. Cuando llegamos al apartamento Zayn no encendió las luces, estaba todo lleno de velitas.
- ¿Cómo has hecho esto? - le pregunté sorprendida.
- Mágia... - me respondió dándome un beso en los labios. Me agarró de la mano y me llevó a la terraza, allí había una mesa con velas y una cena exquisita aún caliente. No me lo podía creer, había hecho que nuestro apartamento pareciese un lugar super romántico...
- Zayn... - no me dejó terminar la frase, me dio un beso en los labios.
- ¿Ducha rápida y cenamos? Antes de que todo se enfríe y eso... - asentí y le besé.
- Te quiero muchísimo. - dije.
Después nos metimos juntos en la ducha, y pasamos una de las mejores noches de todo mi vida... como casi todas las noches con él.

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