jueves, septiembre 26

Laura (Capítulo 59)

Lo que sentí al oír aquellas palabras de Sara es casi indescriptible, me invadió un enorme sentimiento de tristeza. Sara y Harry juntos era de lo más perfecto que había en este mundo, y que aquello se acabara me rompía el corazón. Además al oír 'lo nuestro se ha acabado' no pude evitar pensar en todos porque lo que en realidad se acababa era aquel sueño. Se acababa nuestra relación con los chicos, aquel maravilloso verano en Londres y todos los buenos y felices momentos que habíamos pasado juntos. Tenía a Sara abrazada a mí llorando desconsoladamente y lloré con ella. Estuvimos un largo rato abrazadas llorando en el sofá hasta que nos quedamos dormidas, supongo, porque a la mañana siguiente me desperté tumbada en una punta del sofá con un dolor de cuello terrible, miré al otro lado y vi a Sara que seguía dormida aunque se le notaba algo intranquila y el cojín en el que estaba apoyada estaba lleno de lágrimas. Me levanté y preparé el desayuno mientras pensaba en lo duro que sería hablar con Zayn. La noche anterior le había despedido con un beso fugaz en los labios con las escusa de que tenía que ir en busca de Sara, en parte era por eso pero por otra parte algo dentro de mí evitaba una conversación seria con Zayn porque no creía poder soportar una ruptura con él. Pensé en mí desplomandome en el suelo igual que Sara la noche anterior y me di cuenta de que si las dos estábamos igual nadie sería capaz de animarnos... salvo los chicos, claro. El olor a tostadas y tortitas recién hechas despertó a Sara, que intentó darme los buenos días con una sonrisa pero no fue capaz. No quería volver a perderla como cuando ocurrió lo de Julia, no podía ver a Sara tan triste porque se me caía el alma a los pies.
- Sara, ¿quieres tortitas? No me quedan tan bien como a ti pero... lo he intentado. - Dije sonriendo y la miré esperando una sonrisa por su parte, en sus labios se dibujó media sonrisa triste y desganada y me dio un beso en la mejilla. Después susurro:
- Voy a ducharme Laura...
- Vale, después voy yo.
- ¿Has... has pedido mi billete para España?
- Sara... no quiero que te vayas así... no puedes irte ya sola.
- Laura, tú todavía tienes cosas pendientes aquí... e incluso oportunidades, yo ya no tengo... nada, necesito volver a España y centrarme en la universidad... de verdad. - Mientras decía esto sus ojos se llenaron de lágrimas y sin dejarme responder se metió en el baño. Desayuné y llamé a Zayn.
- ¿Sí?
- Hola Zayn.
- Hola preciosa, ¿qué tal?
- Bueno... la verdad es que esto es una mierda, Sara está fatal y yo no puedo soportar verla así y... te quiero y no me quiero alejar de ti. - No pude evitar soltar todo aquello, y noté lágrimas acariciando mis mejillas.
- Laura, tenemos que hablar... ¿quedamos dentro de dos horas? - Miré el reloj, eran solo las 10 de la mañana.
- Vale...
- Te paso a buscar entonces, hasta luego pequeña... te quiero.
- Hasta lue... - Zayn colgó antes de que pudiera despedirme, noté su voz algo alterada como si tuviera prisa. Justo en ese momento Sara salió del baño. La noté algo más relajada pero su mirada seguía estando apagada y triste. Le obligué a comerse una tostada aunque insistía en que no tenía hambre, recogí la cocina y me fui a la ducha, no podía dejar de pensar en Sara y Harry, en los demás, en Zayn y en todos y cada uno de los días que habíamos pasado allí. Recordé incluso mis buenos momentos con Mark, y en lo raro que resulta todo porque ahora Mark para mí es simplemente el chico de Ali, y se les ve tan felices.
Cuando salí de la ducha Sara estaba en la habitación guardando todas sus cosas en las maletas.
- Tía, ¿qué haces?
- Lo siento Laura, de verdad... mi vuelo sale hoy a las 7 de la tarde. - Aquello me hacía sentirme demasiado triste pero una parte de mí entendía a Sara, necesitaba irse y pensar... o dejar de pensar durante un tiempo. Habían sido demasiadas emociones juntas en tan poco tiempo y era normal que estuviera tan agobiada, lo único que pude hacer fue abrazarla. Le dije que había quedado con Zayn y me dijo que me fuera tranquila que ella se quedaba recogiendo sus cosas. Sonó el timbre de la puerta y fui a abrir, me encontré con Zayn enseñándome esa perfecta sonrisa suya que me regaló un beso dulce en los labios nada más abrir la puerta. Entro en el apartamento y se puso a hablar con Sara mientras yo terminaba de secarme el pelo. Les oí hablar de Harry, de lo mal que lo estaban pasando los dos, del vuelo de Sara y de lo mucho que se iban a echar de menos entre todos y después cuchichearon algo en bajito que no conseguí oír. Cuando terminé de prepararme Zayn y yo salimos del apartamento dejando a Sara sola con Noa y sus maletas.
- ¿A dónde vamos Zayn?
- ¿Te apetece ir a un parquecito tranquilo para que podamos hablar agusto? - Asentí con la cabeza y me rodeó los hombros con el brazo mientras me daba un suave beso en la frente. Cuando llegamos al parque nos sentamos en la hierba alejados de todo el mundo.
- Bueno... voy a empezar a hablar Laura... Verás, cuando ayer hablasteis de marcharos ya me sentí fatal. No me enfadé ni nada, solo me sentí triste y me dí cuenta de que no quería que te fueras, de que no quería vivir sin ti. Le he dado muchas vueltas durante toda la noche y me parecía un poco egoísta pedirte que te quedaras aquí por mí, yo tengo mi vida echa y no puedo pedirte que cambies todos tus planes. Pero esta mañana has dicho que no querías alejarte de mí, y me has hecho pensar en que en realidad no tienes planes Laura... lo de Sara es diferente porque tiene su plaza y todo eso pero...
- Pero yo puedo pedirla aquí.
- Eso es.
- Podría solicitar plaza en Londres, y... vivir aquí, contigo. ¿Eso quieres decir, Zayn?
- Exacto.
- ¿Crees que no lo había pensado ya? Sería tan perfecto...
- ¿Y qué te impide hacerlo?
- No lo sé, no quiero dejar tirada a Sara porque teníamos planes juntas, y tengo miedo a que luego no funcionen bien las cosas aquí en Londres... o yo que sé.
- Cariño, las cosas pueden salir igual de bien o igual de mal aquí o en Madrid, o en Rusia si te apetece.
- Eso es verdad. Supongo que podría venirme a vivir aquí.
- Conmigo.
- Contigo... - Sonreí y le besé. En ese momento me dí cuenta de que ese era el futuro que yo necesitaba, estudiar Criminología en Londres, conocer gente nueva, y al llegar a casa encontrarme con mi novio... Zayn Malik. Solo había un inconveniente en ese futuro tan perfecto y era el estar alejada de Sara, por lo menos el tiempo que durasen los estudios. No soportaría despedirme de ella.

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