domingo, febrero 10

Sara (Capítulo 47)


No podía creer lo que estaban viendo mis ojos, era el cachorrito más mono que había visto en mi vida, miré a Laura y sonreí ampliamente. Cogí el cachorrito en brazos y me empezó a lamer la mano mientras Laura lo acariciaba, tenía un pelo tan suave… y era tan pequeñito que daban ganas de abrazarlo y no soltarlo
- Esto… esto es demasiado- dijo Laura sin dejar de acariciar al cachorrito
- Es la cosa más mona del mundo- dije mirándolo – pero no teníais porqué habérnoslo regalado- protesté
- Bueno, era uno de vuestros sueños y dijimos ¿por qué no?- dijo Harry
- Es genial de verdad, pero no teníais que haberos molestado- dijo Laura
- Bueno dejar de protestar- dijo Zayn- tenéis que pensar un nombre para el nuevo
- Es verdad…- dijo Laura. Nos pusimos los cuatro a pensar un nombre para el pequeño
Nos pedimos unos batidos y nos sentamos en una mesa.
- ¿qué tal Toby?- dijo Zayn
- Ummm, no tiene cara de llamarse Toby- dijo Laura muy convencida mirando al cachorrito. Todos nos reímos
- ¿y de que tiene cara?-preguntó Harry
- No sé…- dijo Laura- pero de Toby no- le di un sorbo a mi batido y seguimos pensando
- A mí me gusta Noa…- dije mirando al cachorrito ahora en brazos de Laura
- ¡sí!- exclamó Laura- le pega Noa
- ¿Noa?- preguntó Zayn
- Sí- afirmó Laura
- Pues bienvenido a la familia Noa- dijo Harry cogiéndolo en brazos. Nos acabamos los batidos y fuimos a dar un paseo por un parque. Llevábamos a Noa cogido ya que no tenía correa ni nada y siendo tan pequeño se cansaría. Cuando llegamos a una zona de césped donde no había nadie, nos sentamos y soltamos a Noa para que corriera un poco. Noa no para de jugar con Harry y con Zayn mientras Laura y yo reíamos y hacíamos fotos cuando empezó a refrescar un poco decidimos volver a casa.
En el coche el pequeño se quedó dormido en mis brazos mientras le acariciaba así que salimos con mucho cuidado del coche y subimos los cuatro al apartamento. Laura le hizo una cama improvisada en el salón con mantas y cojines y cuando la terminó dejé a Noa allí
- Es que es tan pequeñito…- dijo Laura en un susurro
- Quedaron a dormir- dije mirando a Harry
- Tenemos muchas cosas que hacer mañana pequeña…- dijo Harry apenado
- Cierto- dijo Zayn
- Por favor- dijo Laura poniendo ojitos, yo hice lo mismo
- No pongáis esa mirada otra vez- dijo Zayn mirando para otro lado
- Nos quedamos pero mañana nos toca madrugar- dijo Harry
- Da igual- dije sonriente agarrándolo de la camiseta y llevándolo a mi habitación, cerré la puerta y le di un beso a Harry. El me dio otro y llegamos a la cama. Harry me quitó el vestido y me empezó a dar besos por el cuello
- Harry…- dije en un susurro
- Que- dijo él sin parar de darme besos. No sabía cómo decirle eso. Sé que tenía ganas, los dos teníamos ganas… pero no podía y me moría de la vergüenza
- Harry… - respiré hondo, él se quitó la camiseta- no podemos hacer nada
- ¿por qué?- dijo esta vez mirándome – Zayn y Laura no se van a enterar
- No es eso…- me estaba muriendo de vergüenza, no era capaz de decirle que tenía la regla, ¿qué me pasaba? ¿estaba idiota?
- Tranquila he traído yo protección- dijo sacando un condón de sus pantalones
- Tampoco es eso…
- Bueno, pues ¿qué es?- preguntó impaciente
- Harry… tengo la regla…- sentí como me ponía roja. Harry se empezó a reír de la situación y al rato hice yo lo mismo
- Pero no te pongas roja tonta- dijo dándome un beso en la mejilla- no pasa nada- dijo mientras se quitaba los pantalones y se metía en la cama
- Es que… te veía con ganas- dije mientras me ponía el pijama
- Y las tengo, pero tranquila, se esperar bobita- me sentía mucho más tranquila, aun que le había dejado con las ganas. Me metí en la cama y me apoyé en él
- Te lo recompensaré- dije mientras le daba un suave beso
- Eso me gusta- dijo con una sonrisa pícara
- Buenas noches- dije acomodándome
- Descansa princesa- dijo mientras apagaba la luz.
A la mañana siguiente algo me zarandeó hacía los lados
- Ummm- protesté
- Sara, nos vamos ya- dijo Harry
- ¿qué hora es?- pregunté sin abrir los ojos
- Las nueve, tu vuélvete a dormir
- Que pronto- en realidad no lo era tanto, pero para mí y para Laura, en verano, las nueve, era prontísimo
- Te quiero- dijo Harry y me dio un beso en los labios
- Y yo- dije y me di la vuelta en la cama y me volví a dormir. A las tres horas después me desperté.
Salí de la habitación y al no oír nada supuse que Laura seguía durmiendo. Fui a la cocina y preparé el desayuno para las dos y mientras me hacia el café fui a buscar a Noa al salón pero no estaba. Empecé a llamarle pero no aparecía, normal, como iba a responder a su nombre si no llevaba ni 24 horas con él. Saqué las tostadas de la tostadora y dejé el café en la mesa. Por algún lado de la casa tenía que estar. Fui al baño y me metí en la ducha, tampoco estaba allí. Mientras me duchaba pensaba donde se había podido meter Noa, había mirado por todo el apartamento ya. Salí de la ducha y me fui a la habitación a vestirme, abrí la puerta y un motón de plumas se echaron encima de mío. Miré a los lados y encontré a Noa mordiendo el único cojín que aún no estaba roto
- ¡Noa!- el perro siguió a lo suyo y me acerqué a él y le cogí salvando el único cojín del sofá que había sobrevivido- la que has liado- le dije. Me vestí con unos shorts vaqueros, una blusa roja y mis converse blancas y fui a despertar a Laura con Noa en brazos. Entré en su habitación, subí la persiana y dejé el trabajo de despertar a Laura a Noa. Este empezó a lamerle la cara y se subió encima suyo, hasta que Laura por fin se despertó
- ¿por qué has dejado que me despierte?- preguntó saliendo de la cama
- Me parecía gracioso- dije- ahora pásate por el vestidor, te espero en la cocina- fui a la cocina y al rato llegó Laura
- ¿eso lo ha hecho Noa?- dijo sentándose
- El mismo- dije mientras le daba un muerdo a mi tostada. Noa empezó a rondar mis pies y los de Laura y empezó a llorar- mierda- dije
- No tenemos comida para Noa- dijo Laura también dándose cuenta
- Vete a la ducha y vístete, tenemos que salir a comprar- acabamos de desayunar y mientras Laura se duchaba, yo recogí el desastre de plumas que había liado Noa. Laura se puso unos shorts azules marino, una camiseta rosa palo y unas sandalias del mismo color y salimos con Noa en brazos a una tienda para perros.
Estuvimos media hora dando vueltas hasta que encontramos una. Entramos y nos especializamos en perros, cuidar a un perro era mucho más difícil de lo que Laura y yo habíamos imaginado. Le compramos una cama, un collar, una correa, comida especial para Noa, un champú especial, un cepillo especial, un cuenco para la comida y juguetes para que juegue. También nos informamos de la cantidad de pienso que tenía que comer, cuando lo teníamos que bañar, cuantas veces tenía que salir a pasear, cuando teníamos que llevarlo a cortar el pelo y las vacunas que tenía que ponerse. Llegamos a casa cansadísimas
- Voy a ponerle la comida a Noa- dijo Laura
- Está bien, yo colocaré todo lo que hemos comprado para Noa- cuando terminamos de hacer todo no teníamos ganas ni da hacer la comida así que llamamos a una pizzería y a la media hora ya estábamos comiendo
- No sabía que un perro necesitase tantos cuidados- dijo Laura mordiendo un cacho de pizza
- Yo tampoco, pero es lo que toca- dije mirando a Noa con su nuevo collar mientras jugaba con un hueso que le habíamos comprado
- Es monísimo- dijo Laura mirándolo
- La verdad es que sí, ¿qué vamos a hacer esta tarde?- pregunté cambiando de tema
- Pues no lo sé- dijo Laura. En ese momento sonó mi móvil
- ¿sí?- pregunté mientras lo cogía
- Tú, Laura, bañador, toalla, media hora, casa de Alison, todos ¿te parece?- reí ante la forma de presentármelo
- Perfecto Rebe
- Podéis traeros al nuevo- dijo
- ¿Cómo lo sabes?- pregunté sorprendida
- Internet- ¿ya estaba en internet que Laura y yo teníamos un perro?
- Ah- dije algo molesta- nos vemos en media hora
- Vale, chao Sari- colgué
- ¿Quién era?- preguntó Laura mientras jugaba con Noa
- Rebeca, hemos quedado todos en media hora en casa de Ali, al parecer vamos a pasar allí la tarde en su piscina, así que coge las cosas que nos vamos
- Perfecto- dijo Laura, las dos nos pusimos el biquini, cogimos las cosas, le pusimos la correa a Noa y salimos de casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por darnos tu opinión.

Nuestros lectores: