Laura (Capítulo 2).

Siempre me ha gustado ir al pueblo, más que gustar... me ha encantado. Los veranos que paso allí son increíbles, normalmente voy a casa de mis abuelos pero les ha tocado un crucero y ese verano me acogió Sara, bueno en realidad Julia. La abuela de mi amiga Sara es increíble, y la aprecio como si fuera mi tercera abuela. Y encima nos dio la mejor sorpresa que podríamos desear. No dormí en toda la noche, no pude... echaríamos de menos a todos los demás, pero íbamos a pasar el verano juntas en Londres. Dios mío, Londres. Eran ya las tres de la mañana y todavía no había conseguido dormir.
- ¿Sara? ¿Estás dormida?
- No... estoy demasiado emocionada.
- Lo sé, yo también.. no paro de pensar en Londres, en todos los sitios que vamos a ver, y ¡en ellos!
- Dios Laura...
- Tía, en Londres solas para visitar todo y... One Direction. Tenemos que buscarlos y verles y diooooos...
- Sí, sí, sí.
Y así estuvimos un rato, hablando de todo lo que teníamos que hacer en Londres, de nuestra emoción y de lo que se lo tendríamos que agradecer a Julia, había hecho nuestro sueño realidad. Nos contó durante la cena que se le ocurrió la idea antes del verano y que habló con nuestros padres y les encantó la idea, supongo que al final son todos geniales. Nuestro sueño se iba a hacer realidad al día siguiente, y no pudimos dormir.
El avión hacía Londres salía a las 4 de la tarde, así que cogeríamos el autobús a las 10 para ir hasta Madrid, comer allí e ir al aeropuerto. Nos levantamos a las 8 de la mañana nos duchamos recogimos todo, organizamos la mochila y la maleta y bajamos a desayunar con Julia.
- Chicas, escuchadme. La agencia de viajes por la que he cogido los billetes ponen guías para grupos, normalmente suelen ir grupos de jubilados o viajes de estudios pero también aceptaron poner uno para dos adolescentes de 17 y 18 años. - Nos contó la abuela mientras desayunábamos.
- ¿Un guía? ¿Qué nos enseñe todo? Diooooooos... - Sara estaba ilusionadísima, la miraba y veía que era completamente feliz, igual que yo. Sus ojos brillaban de emoción...
- Sí, cuando lleguéis a Londres estará esperandoos en el aeropuerto. Creo que es un chico o chica joven, os llevaréis bien seguro... Os enseñará todo lo que tengáis que ver de Londres, y os llevará al piso si le dais la dirección que os he apuntado, podéis llamarle cuando queráis saber dónde comprar comida o lo que sea. Tendréis que quedar con él o con ella cuando queráis y listo...
- Es genial abuela, enserio... muchísimas gracias por todo. - Le dimos un gran abrazo a Julia, por haber hecho realidad nuestro sueño, por haber hecho posible todo aquello.
Después de desayunar Julia nos acompañó a la parada del autobus. Metimos las maletas en el maletero, le dimos otro fuerte abrazo y nos pusimos otra vez las dos a llorar de la emoción.
- Anda niñas, meteros ya en el autobus y llamarme cuando lleguéis a Madrid, ¿vale? Disfrutad.
- ¡Lo haremos! - Dijimos las dos a la vez, nos secamos las lágrimas y nos echamos a reír. Nos montamos en el autobus, nos sentamos juntas y nos asomamos por la ventana a despedir a la abuela con la mano. De repente me acordé de que no había llamado a mis padres desde que llegué al pueblo... ni si quiera había mirado mi móvil. Lo saqué, ocho llamadas perdidas de ellos... Upss.
- Sara, voy a llamar a mis padres tía, que ni si quiera les he dado las gracias por consentir que Julia nos diese esa sorpresa.
- Jolin, y yo... se me habían olvidado.
Nos echamos a reír y llamamos las dos a nuestros padres, emocionadas, felices, nuestros ojos brillaban de alegría y nuestras sonrisas y nuestras carcajadas llenaban el autobus... que digo el autobus, el mundo entero de alegría. Era increíble la emoción que sentíamos las dos, y creo que si de verdad hubiesemos sabido todo lo que íbamos a vivir aquel verano aquella emoción hubiese sido todavía más increíble. Miraba por la ventana mientras hablaba con mis padres y les contaba lo feliz que estaba, veía la gente de los coches de al lado y me preguntaba si alguna de aquellas personas se había sentido alguna vez tan feliz como yo. Con una grandísima amiga a mi lado, de camino al mejor verano de nuestra vida... a cumplir nuestro sueño, visitar Londres y conocer a One Direction.