martes, julio 31

Sara (Capítulo 17)

Subimos a las habitaciones y deshicimos las maletas. Nuestra habitación era preciosa tenía una cama enorme de matrimonio en el centro, a su derecha estaba un balcón y al lado de este un armario enorme y enfrente se encontraba una puerta que daba a un baño con jacuzzi y un sofá, todo estaba en color blanco y crema y transmitía tranquilidad solo con verlo. Me encaminé hacía la cama, dejé la maleta a un lado y me tiré en ella, Harry hizo lo mismo y los dos nos quedamos mirando al techo.
- Me encanta- dijo Harry 
- ¿el qué?- pregunté curiosa
- Todo, el sitio, la compañía, tú… todo es perfecto- me acerqué a él y me acurruqué a su lado, él me rodeó con los brazos, pasamos unos minutos en completo silencio, un silencio agradable, hasta que me levante y le deposite un suave beso en los labios 
- Venga cariño deshaz la maleta- Harry se levantó obediente y me hizo caso, cuando acabamos de colocar las cosas me fui a la ducha, estuve un rato bajo el chorro cantando y al cabo de diez minutos salí para que entrara Harry a ducharse- ya puedes pasar- dije saliendo del baño, Harry se incorporó en la cama y me miró de arriba abajo
- Vaya estas realmente sexy así- el rubor subió a mis mejillas
- Anda corre a ducharte 
- Esta bien pero no se si podré cantar tan bien como tú- dijo gracioso, pasó por mi lado para entrar en el baño y le di un golpe en el hombro, Harry hizo una mueca de dolor 
- Lo digo en serio- y se metió en el baño, cuando el grifo de la ducha comenzó a sonar me empecé a vestir, hoy saldríamos a dar una vuelta por el pueblo así que me puse algo mas arreglada, cogí unos vaqueros, una blusa de seda blanca un collar rosa fucsia y unos tacones del mismo color. Cuando Harry salió de la ducha, él se vistió se puso una camisa y unos pantalones negros y las convers, mientras yo me secaba el pelo y me daba algo de maquillaje, cuando estuvimos listos nos sentamos en el sofá, Harry se fue acercando poco a poco, hasta que empezó a darme besos por el cuello
- ¿Te he dicho que estas muy guapa?- dijo entre beso y beso, yo negué con la cabeza, comenzaba a tener calor – bueno pues estas muy, muy guapa- comenzó a subir por mi cuello hasta llegar a la comisura de mis labios, allí se paró y me dedicó una de esas sonrisas que tanto me gustaban, entonces me besó, después de ese beso vino otro, la temperatura de la habitación subía , Harry me agarró de la pierna haciendo que me sentase encima suyo, el ritmo de los besos aumentaban, Harry bajaba a mi cuello y luego volvía a subir, metió sus manos por debajo de mi blusa y comenzó a acariciarme la tripa haciendo pequeñas caricias y subiendo hasta llegar a mi sujetador entonces la puerta se abrió
- Sar…- Laura se nos quedo mirando y yo me quite de encima de Harry –perdón por interrumpir el momento, la próxima vez llamaré a la puerta- dijo algo avergonzada 
- Tranquila no pasa nada, para la próxima vez cerraremos con llave 
- ¡Harry! –dije yo con algo de rubor en las mejillas, me levanté y me coloqué la blusa
- Bueno que nos vamos ya a cenar fuera, venía a avisaros 
- Vale, ya bajamos cogemos las cosas y listo –dijo Harry levantándose, Laura asintió y salió por la puerta, cogí una cartera de mano y metí el móvil y el monedero y me dirigí a la puerta 
- ¿estas ya amor?- le dije a Harry que había entrado en el baño a colocarse los rizos 
- Si ya estoy- dijo saliendo del baño, me agarró de la mano y me depositó un beso en la mejilla y se acercó a mi oído – esto no ha acabado aquí princesa- dijo en un susurro, yo me ruboricé- venga vamos todos nos estarán esperando- salimos de la habitación y bajamos abajo cuando estuvimos todos salimos al pueblo a cenar. Tenía que hablar con Laura pero no encontraba el momento adecuado, quería hablar con ella a solas pero siempre que lo intentaba aparecía alguien y no es que me molestara pero necesitaba hablar con ella.
Cuando acabamos de cenar decidimos ir a dar un paseo por la playa, todos nos quitamos los zapatos y echamos a andar, caminábamos entre risas sin un rumbo fijo disfrutando de la suave brisa y de la luna de aquella noche, me acerqué por detrás a Zayn y le tape los ojos 
- ¿Sara?- preguntó con una sonrisa
- Acertaste- dije divertida- ¿qué te pasa?
- No es nada solo estoy algo cansado del viaje- sabía que no era eso lo que le pasaba, sabía perfectamente lo que era, pero había demasiada gente como para que lo dijese
- Si yo también estoy algo cansada- dijo Dani 
- Pues vámonos a descansar- dijo Lou que agarraba a Eleanor por encima del hombro
Nos fuimos a casa y por el camino Harry y yo nos quedamos atrás, íbamos caminando observando a todos, Lou y Els iban delante agarrados, Dani y Niall iban detrás hablando, parecían hablar de algo serio, como si a Niall le pasase algo, la verdad no me había dado cuenta pero últimamente estaba apagado ¿qué le pasaría?. Después estaban Mark y Laura muy acaramelados, luego Zayn, muy triste mirando al suelo y Liam y Adam hablando, este estaba últimamente más raro de lo normal. Llegamos a casa, todos estábamos cansados así que nos dimos las buenas noches y subimos cada uno a su habitación, cuando llegué me puse el pijama y bajé a por un vaso de agua a la cocina, allí estaba Laura
- ¿también a por un vaso de agua?- era el momento perfecto para hablar con ella, estábamos las dos solas y nadie nos podría interrumpir 
- Si- dijo ella llenándose el vaso
- Tengo que hablar contigo
- Lo sé, lo llevo notando toda la noche, yo también necesito hablar contigo- nos fundimos en un abrazo y con nuestro vaso de agua de la mano salimos al jardín a hablar
- No sé que me a pasado esta tarde con Harry, no sabría explicarlo… si no llegas a entrar tu no sé que hubiera pasado, no sé hasta donde hubiéramos llegado, pero…
- No estas preparada todavía ¿verdad?
- Exacto
- Te entiendo… yo tampoco lo estoy… me a pasado algo parecido con Mark y también tengo miedo
- Creo que deberíamos hablar con ellos sobre esto 
- Si, será lo mejor-la conversación había sido corta pero con contenido, lo suficiente para saber lo que teníamos que hacer cada una. Laura y yo nos miramos y nos sonreímos aportándonos confianza la una a la otra, nos tomamos en vaso de agua y subimos las escaleras cuando estábamos en la parte de arriba cada una nos dirigimos a nuestras habitaciones y cuando estuvimos en la puerta nos deseamos suerte, como si nos fuésemos a enfrentar a nuestra madre en el peor de los castigos, nos reímos ante la situación y cada una entró en su cuarto.

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